Implementación Elegante de Una Conciencia

 

La implementación de las estructuras de cómputo son diversas y algunas de ellas especialmente elegantes. La estructura habitual de un sistema consiste en una central de proceso, una memoria, y un sistema de Entrada/Salida.

Sin embargo, un procesador puede implementarse con memorias de forma que una determinada combinación de datos puede ejecutar una función. El caso más básico es el del multiplexor. Solo con dejar constantes las entradas se obtiene, a partir de las entradas del selector una combinación de salidas que representa una función. Y esta puede ser tan compleja como número de entradas coloquemos. Si las entradas del selector son entradas lógicas provenientes del sistema básico de E/S y la salida remite a las salidas lógicas del mismo sistema, lo que hemos hecho es ni más ni menos, que emular un proceso similar al de la conciencia en dependencia de su interfaz de namā-rupā.

Con lo cual, se puede implementar una conciencia solo con memorias, todas regrabables, pero dependientes de sus estados anteriores. La conciencia, implementada como tal, como pura información, es en sí misma impermanente ya que se va autoprogramando y nunca es igual. A su vez es condicionada puesto que se reprograma a partir de su historia anterior y de las entradas lógicas que le entran desde el interfaz. A su vez, las salidas condicionan al interfaz, porque son el origen de las órdenes que éste ejecuta. Y un conjunto no infinito de memoria no es nada en sí. No tiene sustancia alguna.

Y tal y como sucede en similares estructuras en la naturaleza como el propio ADN, no solo contiene información que se usa en el momento presente. La conciencia ha ido adquiriendo memorias de circuito a su paso por diversos interfaces de entrada/salida y todo esto la determina. Y aunque haya partes inactivas en la ejecución normal éstas no lo son cuando se quieren ejecutar. Es por ello que se puede ejecutar estados pertenecientes a otros interfaces que ahora no están presentes. Es lo que podríamos llamar diferentes formas de vida en diferentes planos de existencia. Y están todos ahí.

El sistema de E/S o interface namā-rupā es independiente de esta estructura de datos y es fungible. En un determinado momento, llamado “muerte”, desaparece y aparece otro nuevo interfaz que puede ser de la misma o diferente categoría.

Mientras exista la reproducción de la vida sobre la base de la existencia, la vida no es más que la generación de nuevos interfaces namā-rupā.

Solo al acabar con la existencia, viññana, se erradican las vidas y la conciencia queda liberada.

 

 

MEMORIAS ReRAM

 

Uno de los proyectos tecnológicos más interesantes es el de las ReRAM o RAM Resistiva. Los chips de memoria ReRAM, aún muy limitados, buscan crear un nuevo estándar en cuanto a almacenamiento y procesado de datos. En lugar de almacenar y procesar la información en distintos lugares, el último chip ReRAM ha logrado que ambos procesos se produzcan en su interior, reduciendo el tiempo necesario para culminarlos y aumentando notablemente la potencia del sistema. Con el nuevo circuito, la necesidad de enviar los datos del procesador al almacenamiento y viceversa desaparece por completo. Traducir la información al lenguaje binario de unos y ceros toma tiempo, mucho tiempo en términos informáticos. Ahora mismo, los procesos tienen que viajar constantemente y de forma lenta de la DRAM convencional al procesador.

El proyecto aún es un mero concepto, pero la Universidad de Aachen (Alemania) busca ya la forma de fabricar el circuito necesario para probar su creación. “Estos dispositivos son energéticamente eficientes, rápidos y pueden ser miniaturizados. Usarlos no sólo para almacenar datos sino también para la computación abre todo un nuevo horizonte hacia un uso mucho más efectivo de la información en tecnología” ha declarado el investigador Rainer Weser, padre del invento.

La RAM Resistiva es mucho más similar a las neuronas humanas que cualquier otro componente fabricado hasta ahora. Al unificar DRAM y procesador, se puede reducir su tamaño, aumentar la potencia y hacerlas mucho más eficientes energéticamente.

Las posibilidades en informática de consumo son infinitas, además de en el sector empresarial, en el que cada minuto de tiempo cuesta dinero. La nube también se beneficiaría de la mayor velocidad a la hora de procesar datos, y es que cada uno de sus servidores cuenta con infinitos gigas de información que se mueven constantemente.

El próximo paso es conseguir que la ReRAM sea capaz de procesar más datos en distintos formatos, además de conseguir financiación por parte del sector privado para fabricar y comercializar los nuevos chips.

 

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