Es evidente que todo el enorme conocimiento humano en toda su extensión y profundidad, acumulado en libros, revistas, manuscritos, discos, cintas, redes, internet resulta absolutamente inútil para responder a las preguntas más básicas que cualquier persona con dos dedos de frente se puede plantear. Preguntas sobre qué soy, qué hago aquí, que es la vida,…