La extrema complejidad era la situación del oriente del Imperio Romano donde una miríada de pueblos de diversa procedencia (sarracenos, agarenos, caldeos, siríacos, etc.) con un cóctel de creencias mezcla de creencias premahometanas, cristianismo unitario, nestorianos, monofisitas, adopcionistas, apolinaristas de Siria, el influyente docetismo, las comunidades donatistas rebeldes de África, los eutiquianistas, el monotelismo…