Ésta es una bellísima descripción de la disolución de la existencia en Nibbāna:
Donde la materia deja de tener fundamento, donde el juego acaba, donde nada condicionado encuentra sentido.
Como un río que pierde su cauce, que pierde lo que le constriñe que, a su vez, le da significado. Cuando el río llega al mar deja de ser río, deja de existir. Ya no está condicionado. Se libera…
Pero ya no existe.
Donde el interface namā-rupā se destruye es donde desemboca la existencia.
Es justo donde la conciencia es asintomática, no constreñida y luminosa y, con el cese del principio vital de la existencia, todo esto llega a su fin.
Digha Nikaya 11
Kevaddha (Kevatta) Sutta
Discurso con Kevaddha
Ésta es la pregunta:
’¿Dónde la tierra, el agua, el fuego y el aire no encuentran fundamento alguno?
¿Dónde están lo largo y lo corto, lo pequeño y lo grande, lo bueno y lo malo?
¿Dónde está el nombre-y-forma completamente destruido?’
Y ésta es la respuesta:
‘Cuando la conciencia es no-manifiesta, ilimitada y luminosa,
Es ahí donde la tierra, el agua, el fuego y el aire no encuentran fundamento alguno,
Ahí hay ambos: lo largo y lo corto, lo pequeño y lo grande, lo bueno y lo malo.
Es ahí donde el nombre-y-forma está completamente destruido.
Con el cese de la conciencia, todo eso queda destruido’”.